Il piano della "motosega" di Milei e SAA può essere sconfitto con una lotta diffusa

 

1. Milei lancia una "guerra di classe"

Nei primi 10 giorni di governo, hanno lanciato un piano di guerra generalizzato: mega-svalutazione, golpe inflazionistico, riduzione della spesa fiscale, DNU che cancella centinaia di leggi con diritti acquisiti, protocollo repressivo.



(a) "Caputazo"

Il 12 dicembre il ministro dell'Economia ha annunciato le "classiche" misure neoliberiste (che non meritano nemmeno il nome di "piano") per attaccare centralmente il deficit fiscale e svalutare tutti i redditi dei lavoratori dipendenti e autonomi: forte svalutazione aumentando il prezzo del dollaro del 118% pur mantenendo le morse, liberalizzazione dei prezzi del carburante e dei generi alimentari che ha scatenato una corsa di commenti a un ritmo quasi iperinflazionistico (che scommettono sarà rallentato dalla recessione), Obbligazioni BCRA per coprire i pagamenti delle importazioni (che lo stesso Caputo ha stimato in 50 miliardi di dollari, di cui 25 miliardi di dollari sarebbero in ritardo di pagamento e il resto "flusso"). Insieme a questo, misure "stataliste" per aumentare le tasse sulle esportazioni e sulle importazioni per aumentare le entrate. Allo stesso tempo, ha annunciato la riduzione dei sussidi e un conseguente aumento dei servizi pubblici e dei trasporti (in particolare l'AMBA) che sarebbe stato attuato a partire da marzo, nonché la sospensione della mobilità pensionabile, che implica una confisca dei pensionati.

Per quanto riguarda le favolose somme che le banche avevano in Leliq (emesse dalla BCRA, un deficit quasi-fiscale multimilionario), hanno forzato la loro trasformazione in "Pass" limitando l'offerta di quei titoli e abbassando i tassi al di sotto dell'inflazione per incanalare quei fondi in buoni del Tesoro. Per il debito verso gli importatori, hanno emesso un'obbligazione della Banca Centrale legata al dollaro. Un enorme balzo dell'indebitamento che prefigura nuove crisi e ristrutturazioni in futuro.

Per quanto riguarda le spese fiscali, fatta eccezione per il raddoppio dell'AUH e l'aumento del 50% della Food Card (che si liquefarà rapidamente con l'inflazione), il governo ha annunciato che congelerà i piani di Empower Work (1,2 milioni di beneficiari), ridurrà "sostanzialmente" le opere pubbliche e i trasferimenti alle province, così come i bilanci della sanità e dell'istruzione.

Nel suo insieme, il "Caputazo" è un enorme trasferimento di reddito dalla classe operaia e dai settori popolari al grande capitale nazionale e straniero, che moltiplica ciò che stava già avvenendo sotto il governo peronista, e un salto nell'indebitamento dello Stato in dollari.

Il governo scommette su un balzo inflazionistico nei prossimi 3 mesi e che i prezzi saranno poi moderati. Ma diversi analisti ritengono che l'ancora fiscale da sola non sia sufficiente per affrontare "l'inerzia inflazionistica" che ha trascinato l'economia per anni, che si traduce in contratti indicizzati di ogni tipo (commerciali, industriali, salariali e di parità) che potrebbero imporre il fallimento delle misure se l'inflazione non viene moderata, così come il mega indebitamento. Se ciò accadrà, saranno necessarie nuove svalutazioni, con nuovi picchi inflazionistici e possibili attacchi speculativi da parte del capitale finanziario se vedranno che il piano non funziona. Insomma, il pacchetto di misure può fallire anche a causa delle sue stesse contraddizioni, espressione della resistenza degli stessi settori capitalistici a "pagare la crisi". Il capitale finanziario internazionale ha sostenuto le misure ma, come sempre, le considera "insufficienti".

Gli effetti recessivi del "Caputazo" si faranno sentire nei prossimi mesi. Alcune stime parlano di un calo del PIL del -4% entro il 2024, proveniente da un 2023 che si chiuderebbe con un calo del -2,5%, anche se quest'anno la siccità è stata fondamentale. In altre parole, la svolta recessiva sarà molto dura, il che si tradurrà in licenziamenti e/o chiusure di aziende che colpiranno non solo i lavoratori e i settori popolari ma anche frazioni della stessa classe dirigente (in particolare, quelle legate al mercato interno).

b) El protocolo represivo de Bullrich

La movilización “tradicional” de la izquierda y los movimientos piqueteros en el aniversario del 19 y 20 de diciembre del 2001, se transformó en una fuerte pulseada por “la calle” con el gobierno. La “Ministro” (como se hace llamar) de Seguridad presentó el 14 de diciembre, con terminología militar, un Protocolo que, sencillamente, prohíbe manifestarse en rutas y calles. Las protestas, por pacíficas que sean, deberán ser ahora sólo en plazas o “en la vereda”. A su vez, la “Ministro” de “Capital Humano” Sandra Pettovello anunció una serie de medidas sintetizadas en “el que corta no cobra”, eliminando a su vez el control de las organizaciones sociales respecto al “presentismo” de los beneficiarios de planes sociales para seguir cobrando el plan.

Esta campaña de aterrorizamiento no pudo impedir que se realizara la movilización, marchando por las calles aledañas a Plaza de Mayo y en varias ciudades del país, pese al dispositivo policial que incluyó el despliegue de la Policía Federal y la Gendarmería en las calles de CABA sin que la Policía de la Ciudad lo pidiera. Un cortocircuito abierto entre Jorge Macri y el gobierno nacional. La movilización contó con menor presencia de compañeros y compañeras de los movimientos sociales dada la abrumadora campaña del gobierno amenazando con quitar los planes, pero la militancia de esos movimientos junto a miles de militantes y simpatizantes de la izquierda, además de jóvenes y trabajadores, pudieron garantizar el éxito de la movilización y su impacto a nivel nacional como desafío y contratendencia al temor que buscó infundir el gobierno. Comenzó así la resistencia a 10 días de asumido el gobierno. El PTS aportó la columna partidaria más masiva, como se ve en este informe de A24.

El Protocolo represivo de Bullrich es una muestra del temor de la burguesía en general, y de este gobierno en particular, hacia las luchas de la clase trabajadora, de la juventud, del movimiento de mujeres y populares. Ponen el foco en los movimientos piqueteros, que se han encargado de estigmatizar desde hace años como “enemigos de los que realmente trabajan”, para mostrar que ponen “orden” en la calle. Pero el verdadero temor es que se repitan jornadas como las de diciembre del 2017, donde sectores ocupados, desocupados y de la juventud precaria y estudiantil enfrentaron durante horas la represión policial y liquidaron el apoyo político que había conseguido el gobierno en las elecciones parlamentarias de ese mismo año, pocos meses antes. Esas jornadas revivieron el fantasma de diciembre del 2001, cuando la movilización popular enfrentó el estado de sitio y provocó la caída del gobierno de De La Rúa.

c) El DNU arrasador de derechos laborales, comerciales, nacionales y ambientales y sesiones extraordinarias con nuevos ataques

El mismo 20 de diciembre pocas horas después de terminada la movilización, Milei presentó el mega DNU rodeado por ministros, funcionarios y asesores informales (Sturzenegger, autor intelectual del decreto, no tiene ningún cargo en el gobierno) en una imagen parecida a “Los locos Addams” pero sin humor (todo lo contrario). El mensaje mesiánico (“las fuerzas del cielo” como principal sostén) y con afirmaciones insólitas (repitió el dato incomprobable de una inflación que estaría marchando a “15.000%” y que los males de Argentina se deben a una “doctrina que algunos podrían llamar izquierda, socialismo, fascismo, comunismo” –¡sic!) pretendió dar algún fundamento a un DNU que deroga 30 leyes en forma total más 8 DNU anteriores, deroga parcialmente 19 leyes y modifica más de 200, muchas de las cuales reflejan derechos conquistados no sólo por la clase trabajadora (el DNU establece una reforma laboral por decreto, atacando el derecho de huelga, los convenios colectivos y otras conquistas históricas, anulando las multas ante las violaciones patronales a las leyes laborales, lo que las torna papel mojado) sino por las clases medias (derogación de límites a las cuotas de la prepagas de Salud y de los intereses que pueden cobrar las tarjetas de crédito), pueblos originarios (derogación de la Ley de Tierras) y el pueblo argentino en general (derogación de la Ley de Alquileres y las leyes de Góndolas y Abastecimiento, entre otras, que regulan el comercio). Por supuesto que estas leyes estaban llenas de condicionantes y aspectos reaccionarios, como casi toda la legislación de un Congreso dominado por fuerzas que responden al poder burgués. Pero las que se derogan expresaban de alguna manera las relaciones de fuerzas históricas.

Cada una de las disposiciones que establece el DNU tiene un sector empresario beneficiado por lo cual las grandes asociaciones del poder económico (AEA, UIA, Cámara de Comercio, AmCham) lo apoyan abiertamente.

El DNU pasa por encima del Congreso nacional derogando esa enorme cantidad de leyes, por lo que implica un cambio en el régimen político, dejando al Congreso en un rol muchísimo más decorativo del que ya tiene en el régimen presidencialista argentino. Por esto, muchos juristas consideran que es completamente inconstitucional. Hay muy pocos antecedentes de semejante golpe en regímenes democrático burgueses.

El DNU abrió un amplio proceso de repudio no sólo de los sindicatos sino también de sectores de las clases medias, de los cuales un sector más activo ganó las calles con cacerolazos que siguieron varios días y recorrieron primero el AMBA y luego el interior del país, con marchas multitudinarias en Rosario, Córdoba, Mar del Plata y otras ciudades. En esas acciones se escuchó el grito de “unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode” y “paro, paro, paro, paro nacional”. Salvo en Córdoba, la Policía no se atrevió a impedir ningún corte de calle. Las movilizaciones de horas antes desafiando el protocolo dieron ánimo para que la bronca se exprese en las calles.

Que el repudio es amplio lo demuestra también la actitud que tomaron la UCR y sectores del PRO, que declaran que no acuerdan con la “forma” de proceder (saltear el Congreso) aunque coinciden en muchas cuestiones de contenido. Proponen que el gobierno presente el mismo contenido bajo la forma de ley para tratar en las Cámaras, buscando que tenga mayor legitimidad jurídica y política. Milei declaró que rechaza esta variante, jugando a todo o nada.

Según informan los bloques en la Cámara de Diputados y en el Senado, el DNU tendría una mayoría en contra si llegara a ser tratado. Otras versiones difundidas por medios oficialistas (TN y LN+) dicen que podría tener mayoría a favor en el Senado producto de negociaciones con los gobernadores peronistas. Sin embargo, no está constituida aún la Comisión Bicameral que debe tratar los DNU para emitir un dictamen a ser tratado en ambas cámaras. Como es sabido, para derogar un DNU es necesario que lo rechacen ambas cámaras según la reglamentación que establecieron los propios gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, que utilizaron el mecanismo de los DNU para vencer la resistencia de la oposición de derecha durante los gobiernos K.

Además del DNU 70/23, el gobierno convocó a sesiones extraordinarias desde el 26 de diciembre hasta fines de enero, donde incluyó la reversión de la eliminación del “impuesto a las ganancias” aplicado a los salarios de 1,5 millón de trabajadores, muchos de la industria y servicios claves con gran “poder de fuego”, así como una “reforma del estado”. Esto preanuncia el plan de despedir miles de empleados públicos. Según un proyecto de decreto filtrado a los medios, ya estaría firmado el DNU que no les renueva el contrato a las personas que ingresaron al estado en 2023 (estimado en 10.000 por ATE), y pone bajo contrato temporario por 3 meses a los que tienen contratos de años anteriores (que son decenas de miles más, algunxs con 20 años de antigüedad o más) para una “revisión exhaustiva de sus funciones” bajo amenaza de despidos. Milei se aprovecha de la precarización que mantuvo el gobierno del FDT, que no efectivizó a estos trabajadores y trabajadoras en sus 4 años de mandato.

I burocrati sindacali della CGT hanno convocato una mobilitazione per mercoledì 27 presso i tribunali alle 12 (senza sciopero), a sostegno delle varie presentazioni legali che faranno contro il DNU, perché "non si fidano del Congresso" (sic). Ma la contestazione di una DNU per "incostituzionalità" non si applicherebbe alla DNU nel suo complesso, ma agli articoli che sono considerati in violazione della Costituzione nazionale. Altri giuristi sono dell'opinione che potrebbe essere impugnato dal punto di vista giuridico nel suo complesso.

Héctor Daer e Pablo Moyano hanno anche annunciato che convocheranno una Confederazione della CGT giovedì prossimo per fissare una data per le misure di un "piano di lotta fino all'abrogazione della DNU". Hanno fatto sapere che convocheranno uno sciopero nazionale di 24 ore che sarà nel gennaio 2024.

La passività degli ultimi anni ha cominciato a rompersi e si è aperta una congiuntura in cui sono possibili aspri scontri tra il governo sostenuto dal grande capitale e la classe operaia e i settori popolari, con il limite dato dal carattere conciliante delle direzioni sindacali e dall'atteggiamento della maggioranza della base popolare che vota a Milei di "dargli tempo". Se questi scontri si verificano, si apre la possibilità di sviluppare tendenze verso la radicalizzazione di ampi settori della classe operaia e della gioventù (quelli che chiamiamo elementi "pre-rivoluzionari", cioè quelli che tendono a rompere gli schemi delle lotte "normali") in contrasto con il movimento di destra dominante che abbiamo visto nell'ultimo periodo.

2. Un debole tentativo bonapartista di superare la crisi organica da destra

Il nuovo governo di Javier Milei e le sue misure di attacco generalizzato costituiscono un tentativo di bonapartismo debole che cerca di superare la crisi organica che colpisce il paese da destra. Dalla fine del ciclo espansivo dei governi Kirchner nel 2012, l'economia nazionale ha oscillato tra anni di recessione e di crescita, rimanendo in una stagnazione media e in una crescente "stagflazione" che è stata la base strutturale su cui si è configurata la crisi organica. Abbiamo assistito a una crisi del peronismo che ha dovuto fare appello a candidature e coalizioni sempre più di destra. Un tentativo fallito da parte del governo Cambiemos (2015-2019) di un'uscita di destra "gradualista" che si è conclusa con un attacco più profondo che i giorni di dura resistenza del dicembre 2017 hanno fatto fallire. Macri si è ritrovato con un balzo dell'indebitamento (ritorno del FMI) e un peggioramento delle condizioni economiche (inflazione) e sociali (povertà, precarietà). Questo quadro ha reso esplicita la crisi organica del 2018. Il governo di coalizione peronista (Alberto Fernández, CFK e Massa) non è riuscito a risolvere questa crisi, esacerbata dalla pandemia e dai suoi effetti, e ha finito per deteriorare ulteriormente tutte le variabili, anche se è riuscito a far sì che ci fossero poche lotte di resistenza grazie alla collaborazione di tutte le burocrazie sindacali e di gran parte dei movimenti sociali (i "cayetanos" dell'UTEP/Grabois, CCC e Movimento Evita).



Questa dinamica ha configurato una "crisi di rappresentanza" o crisi organica, sullo sfondo della crisi economica: un divario tra "rappresentanti" e "rappresentati" attraverso il quale è emersa in breve tempo (dal 2021) un'alternativa di estrema destra attorno a Milei. La grande borghesia ha scommesso sull'emergere di questa variante con l'obiettivo originario di incanalare il malcontento di ampi settori popolari e delle classi medie e spostare l'agenda politica a destra, considerando che l'alternativa "di governo" sarebbe Insieme per il cambiamento (con Larreta o Bullrich). Il pendolo ha oscillato più a destra di quanto si aspettassero dal punto di vista della necessaria "governabilità".

Il governo di Milei è un tentativo "bonapartista" nel senso di un'istituzione (in questo caso il presidente in carica dell'Esecutivo "convalidato dalle urne" sostenuto dal capitale finanziario internazionale, dalla grande borghesia argentina e dal potere repressivo dello Stato, nonché l'appoggio dell'ala trumpista dell'imperialismo statunitense e della destra sionista) che cerca di porsi al di sopra delle frazioni della classe dominante e delle classi sfruttate e oppresse Fornire una soluzione alla crisi che difenda gli interessi della classe dominante, cercando di imporsi sui meccanismi istituzionali di negoziazione (parlamento e mediazione statale tra le classi) e minacciando metodi repressivi più duri. "Debole" perché deve applicare un piano brutale operante all'interno del regime democratico borghese (Bolsonaro, che è nato con più forza di Milei, è stato "disciplinato" dalla Magistratura e dal "centrao" politico-parlamentare), ha pochissimo potere istituzionale proprio al di fuori del PEN (minoranze in entrambe le camere del Congresso, nessun governatore), il "partito militare" cerca di ricomporsi con figure come Villarruel ma è ben lontano dal superare la sua crisi storica (sconfitta delle Malvinas e memoria di i crimini della dittatura militare) e per ora non è riuscito a trasformare il suo peso elettorale in mobilitazione nelle piazze (il suo appello il giorno dell'inaugurazione è stato molto limitato rispetto alle aspettative che ha generato).

3. Tendenze internazionali

La crisi organica in Argentina fa parte di una tendenza internazionale che ha attraversato numerosi paesi, sia imperialisti che dipendenti, dalla fine del ciclo espansivo della globalizzazione neoliberista che si è verificato con la crisi internazionale del 2008. Da allora, l'economia internazionale è riuscita a mantenere una certa crescita (tranne nell'anno della pandemia), ma a tassi molto più bassi rispetto al periodo precedente e portando l'indebitamento pubblico a livelli record. Così sono rimasti molti "perdenti" lungo la strada, che hanno continuato ad alimentare tendenze protezionistiche/nazionaliste nei paesi centrali (Trump negli Stati Uniti, Brexit in Gran Bretagna, estrema destra in diversi paesi europei) con crisi politiche ricorrenti, cambi di governo e lo sviluppo di correnti politiche di destra da un lato (di cui Milei fa parte), dall'altro (di cui Milei fa parte), dall'altro dall'altro, ondate di rivolte e diversi processi di lotta in vari paesi. La crescita dell'estrema destra è sostenuta dalla crisi del "centro estremo" che si è alternata nei governi negli ultimi decenni, nonché dall'impotenza delle varianti neoriformiste emerse nel pieno della crisi ma che scommettono su varie forme di gestione dello Stato e dell'economia capitalista. Nel frattempo cresceva la competizione tra Stati Uniti e Cina nella corsa tecnologica e la disputa per le aree di influenza, con il rafforzamento delle potenze intermedie (Russia, Turchia, ecc.). In questo contesto si inserisce l'invasione russa che ha scatenato la guerra in Ucraina con un impegno forte, seppur indiretto, da parte della NATO e ha riportato la guerra "classica" (eserciti, bombardamenti, trincee, migliaia di morti e feriti) nel continente europeo, senza alcuna soluzione in vista. Un altro evento "imprevisto" successivo è stato che Hamas è esploso il 7 ottobre 2023 con un'azione militare audace e brutale contro l'oppressione sionista che ha scatenato una risposta genocida a Gaza da parte dello Stato di Israele, con il sostegno degli Stati Uniti (che ora stanno cercando di prendere le distanze chiedendo la fine dei massicci bombardamenti e lanciando "operazioni chirurgiche"). Il massacro continua, anche se con sempre meno consenso da parte degli Stati (l'Onu ha votato una nuova risoluzione che propone un cessate il fuoco con una maggioranza schiacciante, e maggiore rispetto al voto precedente). Il genocidio di Gaza ha generato massicce mobilitazioni di solidarietà con il popolo palestinese in Inghilterra, nei paesi del mondo arabo e in diversi paesi europei.

Esta situación ha sido calificada por analistas internacionales como “Policrisis” (concepto utilizado por el historiador Adam Tooze, como señala Claudia Cinatti en este artículo) o “Permacrisis” (término que fue elegido como “palabra del año” en el Reino Unido en 2022) para describir un “largo período de inestabilidad e inseguridad producto de eventos catastróficos”. Más allá de los debates generados sobre estos términos, sobre lo que ya hay diversos artículos y hasta libros, a su manera estos conceptos dan cuenta de elementos de lo que los marxistas definimos como tendencias predominantes en la situación internacional.

El gobierno de Milei busca ser la expresión local y “particular” (“el primer presidente libertario de la historia de la humanidad”) de esas tendencias de extrema derecha que existen a nivel internacional, buscando especial apoyo en la derecha trumpista norteamericana y el sionismo más extremo (con el que Patricia Bullrich y Waldo Wolff –Secretario de Seguridad de CABA– tienen muy fluidas relaciones). En sentido contrario, las respuestas que empezamos a ver en nuestro país desde la lucha de clases pueden despertar la simpatía de los millones que resisten las políticas capitalistas antiobreras y antipopulares en todos los continentes.

4. Comienza a romperse la pasividad: tendencia a luchas y rebeliones, en perspectiva de huelga general. Abajo el DNU de Milei, las medidas de Caputo y el protocolo de Bullrich.

Se ha generado un gran clima deliberativo en lugares de trabajo, barrios y ciudades, pese a que la CGT sólo convocó a la marcha del 27 y postergó la decisión de convocar a un paro nacional. Se organizan cacerolazos (por ahora de masividad limitada) y algunas reuniones de coordinación entre distintos sectores. En los cacerolazos se arman listas de Whatsapp para intercambiar información, organizarse y convocar a nuevas acciones. Políticamente, el movimiento abarca a un sector activo de la importante franja de la juventud, la clase trabajadora y el pueblo que votó a Massa (44 %) o no votó, mientras las conducciones y burocracias peronistas se limitan a sus funciones institucionales. La base de Milei aún permanece a la expectativa dado que recién transcurrieron pocos días de gobierno y la campaña de Milei y los medios es que el golpe inflacionario viene de “la herencia” que dejó Massa. Hasta los mismos funcionarios de Massa han reconocido que una devaluación y el correspondiente salto inflacionario, y un “sinceramiento” de precios y del gasto estatal, hubieran sido inevitables en los marcos del plan del FMI y el poder económico que las fuerzas mayoritarias defendían.

Sin embargo, Milei está yendo más allá e intentando un “reseteo” del conjunto de las relaciones con la clase trabajadora y los sectores populares, que afecta incluso a sectores de la burguesía pequeña y mediana ligada al mercado interno, favoreciendo sobre todo al capital financiero y la gran burguesía agraria, industrial, de la minería, petróleo y gas, de las empresas privatizadas, laboratorios, empresarios de la salud, etc.

Il brutale balzo inflazionistico ha creato disordini nella classe operaia e nei settori popolari, non solo in coloro che non hanno votato per lui, ma in parte degli elettori di Milei. La maggior parte di coloro che pensano che un aggiustamento sia "necessario" dicono che "non dovrebbe influenzare le persone come me".

Quali sono i limiti dello spostamento a destra espresso dal risultato elettorale? La svolta a destra che culminò con l'emergere di Milei e il trionfo di Bullrich nel JXC interno, fu ottenuta radicalizzando i sensi comuni capitalistici che già si stavano imponendo, sulla base della passivizzazione. In particolare, si può segnalare il consumismo promosso sotto i governi del CFK e, sulla base della stagnazione economica, la colpevolizzazione dello Stato (inteso come agente "esterno" ai rapporti di proprietà capitalistici che di fatto garantisce e difende) come unica causa di tutti i mali basata sul "mimetismo statalista" (così Pablo Semán definì la pratica kirchnerista di una gestione statale borghese sempre più decadente nell'economia). l'istruzione, la sanità, ecc.). Nell'ampio settore delle masse influenti, sono riusciti a imporre un'identificazione tra il disastro economico (inflazione, crescita della povertà) e l'amministrazione kirchnerista come sinonimo di "sinistra".

Il contenimento della lotta di classe è stato ottenuto a partire dalla capacità che ancora sopravvive nel peronismo di dividere i settori sfruttati e oppressi, facendo alcune concessioni agli strati più alti della classe operaia (che sono stati quelli che hanno perso relativamente meno nei primi anni del governo FDT), separandoli dagli strati più bassi e precari. Non è un caso che tra questi ultimi, la FITU abbia ottenuto i voti più alti nel 2021 e ora continua ad avere le sue migliori percentuali relative lì, anche se il fenomeno massiccio è stata la crescita di Milei (oltre a una quota significativa di voti della classe media). La demagogia secondo cui "l'aggiustamento sarà pagato dalla casta", che la dollarizzazione è una "soluzione" all'inflazione che permetterà ai salari di crescere e che è necessario "fermare la rapina che lo Stato fa a chi lavora" per "mantenere i pigri", insieme al malcontento creato dalle rapine, dal traffico di droga e dall'"insicurezza", ha permesso a Milei di essere visto come "il cambiamento possibile" mentre Massa si è presentato come il "male minore" più efficace. Contro il fatto che questa esperienza con il governo peronista sia stata capitalizzata dalla sinistra, ha cospirato la passività (poiché se non ci sono lotte di massa il "soggetto" che può guidare le profonde trasformazioni che proponiamo e il programma è visto come "utopico") e il fatto che si tratta di elezioni presidenziali in cui si vota "per chi vince" o "può vincere" (a differenza delle elezioni parlamentari dove abbiamo almeno raddoppiato i voti rispetto alle elezioni esecutive negli Stati Uniti). negli ultimi anni).

I duri effetti del colpo inflazionistico e le misure prese dal governo rendono facile vedere che l'aggiustamento non è pagato dalla "casta" ma dai lavoratori. La tendenza alla fine della passività a cui stiamo già assistendo è destinata ad avanzare nei prossimi mesi e ad approfondire le lotte di resistenza. Ci possono essere ribellioni (nelle aziende, nei sindacati, nelle province) come il nostro Paese ha conosciuto in precedenti periodi di attacchi profondi. In questo modo si creeranno le condizioni per uno sciopero generale, l'unico modo per sconfiggere il piano di Milei e dei grandi imprenditori. Il balzo inflazionistico può anche incoraggiare saccheggi che non agiscono necessariamente in modo reazionario (guerra dei poveri contro i poveri) ma indeboliscono il governo. Il governo lo sa ed è per questo che ha raddoppiato l'AUH e aumentato la carta Alimentar, ma questi importi sono una goccia nell'oceano delle osservazioni.

Le risposte possono essere fuori sincrono, ma i rapporti di forza non si risolvono in un solo atto, ma in più battaglie: il menemismo è entrato in carica nel 1989 ma ha finito di stabilizzarsi solo con la sconfitta delle lotte per la privatizzazione nel 1991; La recessione iniziata nel 1998 si è trasformata in giorni rivoluzionari solo nel 2001.

Propone di sollevare un programma comune che parta dall'agitazione "Abbasso il DNU di Milei, le misure di Caputo e il protocollo di Bullrich. Aumento di emergenza in modo che salari, pensioni e piani sociali non perdano l'inflazione. Nessun licenziamento. No all'aumento dei prezzi" e un programma in modo che la crisi sia pagata dai grandi imprenditori e non dai lavoratori.

5. Costituire comitati di lotta e coordinatori per superare i limiti imposti dalle burocrazie

La direzione sindacale peronista ha appena battuto il record di non aver effettuato alcuno sciopero nazionale durante i 4 anni di governo di Alberto Fernández, CFK e Massa, dove stipendi, piani sociali e pensioni non hanno mai recuperato ciò che hanno perso con Macri e hanno sempre perso contro l'inflazione, anche se molto meno che sotto il precedente governo (fino a pochi mesi fa). Il trasferimento di reddito dai lavoratori alle tasche degli imprenditori ha raggiunto la favolosa cifra di 70 miliardi di dollari sotto il governo TDF. Tuttavia, Jujuy anticipò possibili tendenze di lotta comune tra i vari sindacati (soprattutto gli insegnanti e i sindacati statali) e le comunità indigene (che raggruppavano al loro interno settori di lavoratori, dagli insegnanti ai lavoratori informali), di alleanze operaie e popolari (che in certi giorni includevano anche giovani precari). Il governo Morales è riuscito a controllare la situazione negoziando concessioni ad alcuni settori e isolandone altri, sostenuto dalla politica divisiva delle direzioni sindacali.

Como se ve, el mayor peligro que acecha a la clase trabajadora es que toda tendencia a la resistencia sea dirigida y controlada por las direcciones sindicales y burocracias “sociales” que se especializan en traicionar luchas a cambio de alguna concesión parcial y muchas veces ni siquiera eso. Pese a esto, los batallones centrales de lxs trabajadores registrados (en blanco) se organizan en los sindicatos, así como una parte (minoritaria) de los informales y precarizadxs lo hacen en los movimientos sociales o piqueteros. Por esto, está planteado hacer exigencias a estas direcciones, como ahora la convocatoria a un paro nacional y un plan de lucha. Junto a esto, la bronca contra la burocracia sindical debemos canalizarla en organización al interior de cada empresa, para disputar las internas y cuerpos de delegados, así como en el impulso en cada lucha a instancias de coordinación con otros sectores, comenzando por comités de lucha en la perspectiva de coordinadoras. Hay que impulsar las tendencias a la autoorganización activamente como vía para desarrollar una fuerza que, desde abajo, se proponga levantar un programa para que la crisis la paguen los capitalistas, profundizar las medidas de lucha, organizar la necesaria autodefensa frente a la represión estatal o paraestatal, e impedir las maniobras o traiciones de las conducciones sindicales y “sociales” burocráticas.

Es necesario encontrar las demandas comunes que unan las filas de la clase trabajadora entre los sectores sindicalizados y bajo convenio con los informales o precarios, y a esta con los pobres urbanos, pequeños comerciantes, la juventud estudiantil y el movimiento de mujeres y LGTB. La exigencia a los sindicatos de paros y planes de lucha es inseparable de combatir toda tendencia al corporativismo, que es absolutamente criminal frente a un ataque generalizado como el que lleva adelante el gobierno de Milei.

La tendencia que vivió nuestro país frente al Rodrigazo de 1975 dio origen a las coordinadoras interfabriles que fueron un gran hito porque impusieron el reconocimiento de las paritarias y echaron a Rodrigo y López Rega, pero no levantaron un programa de conjunto que impidiera el giro a la derecha de las clases medias que luego fueron base social del golpe.

Ahora tendremos planteado construir “coordinadoras”, “intergremiales” o “multisectoriales” (a las cuales, más allá del nombre, corrientes como la CCC plantean sumar o incluir a sectores patronales) ya que relativamente tiene menos peso la clase obrera industrial (en cantidad de empresas y trabajadores sobre todo) pero más peso gremios masivos como docentes y salud. A su vez, existen los movimientos piqueteros o “sociales” que tendrán planteado también superar el corporativismo de luchar por sus propias demandas de forma predominante, y la organización de colaterales separadas de cada corriente, que atenta contra la democracia interna en cuanto a deliberación y gestión de su propia organización.

También, al calor del rechazo a las medidas del gobierno, pueden surgir organizaciones del tipo a las Asambleas Populares del 2001/2002 que, más allá de sus expresiones iniciales, deberemos luchar porque no expresar solamente a “vecinos” (es decir, sin capacidad de afectar el poder capitalista) sino buscar una representación orgánica de trabajadores, desocupados, estudiantes, etcétera, en el sentido de las coordinadoras que mencionamos anteriormente.

Le opposizioni alla burocrazia della CGT arrivano in questo nuovo periodo con alcune posizioni conquistate: la SUTNA (pneumatico), l'UF Haedo (ferrovieri), UATRE Ledesma (mietitori, coltivazione e imballaggio), rami degli insegnanti di Suteba come Tigre e Bahía Blanca, AMSAFE Rosario, CEDEMS Jujuy, ATEN Capital e Plottier, ADEMYS, UEPC Córdoba Capital, l'AGD UBA, fabbriche sotto la gestione operaia come Madygraf, Textil Neuquén, Cerámica Neuquén e Zanon come fabbriche sotto la direzione operaia e con posizioni di classe, Consigli interni di GPS (compagnie aeree in outsourcing), di ATE come Ministero del Lavoro della Nazione, IOMA La Plata o l'Ospedale Garrahan, CI di Lustramax (GBA Zona Nord), delegati della linea 60 e gruppi di opposizione e "autoconvocati" nell'UTA, minoranze rappresentate nel Consiglio di Amministrazione dell'AGTSYP (Subte), del CICOP (medici PBA), FOETRA Buenos Aires (telefono), così come migliaia di delegati e attivisti di base in vari sindacati. Ci sono diverse generazioni di lavoratori con diverse esperienze di lotta che hanno resistito a questi anni di passività e conservatorismo, ma possono convergere con le nuove generazioni. Ci sono fili di continuità con i processi precedenti (sindacalismo di base, movimento delle donne, sinistra) che si riattiveranno nella foga dell'emergere di nuove generazioni.

6. Il movimento delle donne e la gioventù come riserve strategiche e punti d'appoggio essenziali

Un fatto nuovo a "credito" dei rapporti di forza a favore della classe operaia e dei suoi alleati, è il movimento delle donne, che in Argentina ha generato mobilitazioni di impatto internazionale: il "Ni Una Menos" (Non Uno di meno) emerso nel 2015 contro i femminicidi, e la "Marea Verde" che ha avuto il suo apice nel 2018 per il diritto all'aborto.
A livello internazionale, per le donne, la maggiore espansione dello Stato nella società civile durante il neoliberismo è stato un aspetto di "diversione" democratico dai processi di radicalizzazione di massa degli anni '70 che, contraddittoriamente, hanno portato alla massificazione dell'"empowerment" femminile, raramente vista prima nella storia del capitalismo. Vale a dire, gli effetti soggettivi dell'insolita estensione dei diritti democratici, rispetto a tutta la storia precedente, sulla base della crescita, anche senza precedenti, della partecipazione delle donne alla forza lavoro salariata e urbana (soprattutto in settori come l'istruzione e la sanità, ecc.).
Questo processo, forgiato nel bel mezzo dell'offensiva ideologica "identitaria" neoliberista e postmoderna, ha comportato il tentativo di subordinare il femminismo alle direzioni borghesi e lo sviluppo di nuove burocrazie che hanno cercato di separare la lotta femminista dalle lotte della classe operaia nel suo insieme. Con la crisi del capitalismo e, in particolare, con la crisi dei governi e dei regimi "neoliberisti progressisti", la lotta delle donne in massicce mobilitazioni per i loro diritti e una nuova generazione di giovani che annoverano il patriarcato tra i loro nemici – e in alcuni casi identificano il suo stretto legame con il capitalismo – aprono la possibilità che, Nella misura in cui la lotta di classe emergerà, le possibilità di confluenza tra i movimenti delle donne e la diversità sessuale e la classe operaia, che le loro direzioni tendevano a separare durante questo periodo, saranno nuovamente rivitalizzate. A maggior ragione con i piani di guerra come quello in corso, le cui conseguenze hanno un impatto particolare sulle donne, che sono già più impoverite, più precarie, e sulle quali ricade ancora la maggior parte dei compiti di assistenza nelle case e nei servizi pubblici, e che con gli aggiustamenti di bilancio per la sanità, l'istruzione, l' ecc., diventerà ancora più gravoso.
Il movimento delle donne può così essere una nuova "riserva strategica" per la classe operaia, sorprendente per il potere capitalista, e mettere in luce settori più audaci e combattivi che prendono l'iniziativa e hanno un impatto sui più arretrati e conservatori.

El movimiento estudiantil ha entrado en vacaciones y por ahora participan individuos en los cacerolazos. Sus conducciones, tanto de la Franja Morada como kirchneristas y peronistas, apostaron a la desmovilización durante todo el gobierno del Frente de Todos. Sin embargo el Caputazo y el DNU empezaron a impactar en las universidades, por ahora con ataques puntuales de las gestiones peronistas y radicales como los recortes en los programas de género en UNLP o UNGS, bien a la medida de lo que quiere Milei. Pero de conjunto lo que hace al presupuesto universitario (tanto como todas las partidas sociales) tiene un manejo muy discrecional por lo que aún no sabemos la magnitud de los ataques que vendrán. Sin embargo, viendo las medidas que se anunciaron es probable que esté planteada la necesidad de unir a docentes y estudiantes en defensa de la educación pública (ya sea contra tarifazos, recortes salariales, presupuestarios, derechos estudiantiles, etc.) como vimos bajo el macrismo. Hay que impulsar con todo cada conflicto que surja, con instancias de organización para reagrupar fuerzas frente a los ataques, en el camino de recuperar y poner al servicio de estas luchas los centros de estudiantes hoy inmovilizados.
Aún no sabemos, pero no sé puede descartar, el intento de los libertarios de construir agrupaciones en las facultades, lo que llevará a otro escenario de lucha política e ideológica más directa.

D'altra parte, gli studenti delle scuole superiori possono diventare l'avanguardia dei giovani studenti. Le ragazze più giovani, che dopo la pandemia e sebbene fossero più giovani quando si è svolta la lotta per l'aborto lo hanno come riferimento, sono nate nella vita politica discutendo contro i libertari nelle loro scuole, per lo più uomini, liceali e nei primi anni di università che difendono Milei e i suoi valori reazionari. Con loro ci batteremo, che è politico ma anche ideologico, per recuperare le idee, i gesti e le convinzioni migliori di una gioventù solidale e impegnata nella realtà sociale, combattiva di fronte agli attacchi, alla rassegnazione e alle ingiustizie di questo sistema, e profondamente di sinistra e socialista come prospettiva per il futuro.

7. Il peso conquistato dalla sinistra della classe operaia e socialista nell'ambito dei rapporti di forza

Otro hecho muy importante en el “haber” de las relaciones de fuerzas, es que existe una izquierda con fuerte presencia nacional, profundamente comprometida con la clase trabajadora, las luchas de las mujeres y la juventud, una izquierda que se reivindica revolucionaria y socialista, nucleada en el FITU, con referentes masivamente conocidxs como Myriam Bregman, Nico del Caño, Alejandro Vilca o Christian Castillo, nuestros diputados nacionales del PTS junto a Romina Del Plá (PO), los diputados y concejales provinciales y centenares de trabajadores, mujeres y jóvenes que han sido candidatos y son referentes en municipios y ciudades, así como miles de militantes conscientes en lugares de trabajo y estudio. El Polo Obrero y el Bloque Piquetero que dirigen, ocupan también un lugar destacado en la escena nacional con referentes como Eduardo Beliboni.

Nel 2001, gli unici deputati nazionali di sinistra che sono stati eletti pochi mesi prima della ribellione sono stati Luis Zamora (AyL) e Patricia Walsh (Sinistra Unita), che non avevano praticamente alcun partito. Le organizzazioni della sinistra rivoluzionaria erano più deboli a causa degli anni di sconfitte del menemismo. In un altro momento di crisi ('89), Zamora era stato eletto deputato per la prima volta, sempre in piena crisi. Il MAS come partito era più forte, ma ha rinunciato alle lotte per le privatizzazioni. Ora la sinistra classista arriva con una maggiore presenza sovrastrutturale, estensione nazionale e preparazione teorico-politica (nel nostro caso), anche se abbiamo dovuto "remare controcorrente" della passività imposta dal peronismo e dell'arretramento delle tendenze militanti della sinistra marxista a livello internazionale. Nonostante ciò, il CFK (con il permesso di Papa Francesco) ha dovuto consentire a un PASO in UxP di permettere a Juan Grabois di candidarsi alla presidenza "in competizione" con Sergio Massa, come un modo per incanalare all'interno di UxP i voti che avrebbe potuto perdere a sinistra con Myriam Bregman. Il peronismo vuole creare una propria "sinistra popolare" per cercare di impedire l'emergere di un forte partito socialista e operaio. Tuttavia, non hanno potuto impedire alla sinistra, in particolare a Myriam e Nico, così come a tutta la FITU, di essere riconosciuti come riferimenti sulla scena politica nazionale. Myriam ha avuto un balzo in avanti nella sua notorietà dopo i dibattiti presidenziali, che si è espressa in un'enorme crescita di follower sui social network: con una reach di milioni, quasi 300mila follower su Instagram che ricevono quotidianamente informazioni ed esprimono il loro sostegno in decine di migliaia di "interazioni positive" prima dei post più importanti. Allo stesso modo, La Izquierda Diario è un mezzo di comunicazione con prestigio e riconoscimento e potenziale di portata per milioni di persone, con un'ampia rete di corrispondenti e collaboratori che include, naturalmente, i militanti del PTS.

8. Verso un'estate molto calda

Il lungo anno politico del 2023, dominato dalla crisi economica e dal processo elettorale, porta così a un nuovo governo per la tradizione bipartisan argentina, che ha varato un piano di guerra che mira ad avanzare il più rapidamente possibile nel far arretrare i rapporti di forza tra le classi che ancora si mantenevano. Stiamo andando verso un mese estivo molto caldo non solo a causa degli effetti del cambiamento climatico, ma anche perché questa offensiva della destra può far rivivere, come abbiamo sviluppato in questo articolo, le migliori tradizioni combattive e di sinistra e dare il via all'emergere di una potente forza rivoluzionaria di sinistra che supera l'esperienza del peronismo che ci ha portato qui. Questo è ciò per cui ci prepariamo.

Questa nota è il prodotto di un'elaborazione collettiva basata su un testo presentato dall'autore alla riunione della direzione nazionale del PTS il 17/12 e successivi dibattiti ed emendamenti in base ai nuovi sviluppi.

Il piano della "motosega" di Milei e SAA può essere sconfitto con una lotta diffusa (laizquierdadiario.com)

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